mi hijo agustin

Remolinos de emociones, sentimientos de padre que afloran de mi alma y se prolongan en la tuya, de quien se sabe responsable de tu vida y de que nada te falte... De quien te ama y te imagina, de quien pide a Dios ilumine tu llegada, que mi rol en tu pequeña vida jamás se trunque, y que tus ojos brillen eternamente, que seas mejor de lo que soy, humilde como a veces no puedo, prudente como a veces tampoco...Que seas así hijo, como ya eres, como ya te siento...Te amo aún sin conocerte, aún sin verte... Pequeña carne de mi carne, revestida de una personalidad de la cual soy cómplice, y por ello sé que te dolerá la injusticia y el abandono...Valorarás la amistad, pero esa de los diccionarios... No la de ahora, la de estos tiempos, la que está de moda. Lucharás por el desprotegido y hablarás tanto, con tanta gente, como tu madre... Serás así, eres así, y seguro te amaré...Tu lugar humilde ya lo tengo, tu casita... Lejos pero llena de ilusiones y proyectos, la tenemos, la preparamos y la cuidamos, con tu madre, un cuarto pintado de celeste y blanco como nuestra patria, un piso oscuro y testigo del sudor que brotó de mi frente y se generó con un anhelo que salió de tu alma, que brotó de ti y que morirá en ti Agustín.Será tu lugar, tus paredes, tus cosas, rincones que te tendrán quizás desarmando juguetes, desparramando tornillos, guardando sus pedazos que jamás volverás a usar, que tu madre los tirará y que quizás a ti te dolerá, así fue tu abuela, así fui yo hijo.Agustín, así te llamaré, serás para mi el venerado, así te amaré...No entiendo esto de ser padre pero lo siento, me sucede eso que muy pocas veces se siente y que la plenitud del alma lo llama felicidad y que en este mundo no abunda...Supe de ti, y sin más fui feliz... Te imaginé, temí, pensé, sentí y recordé mi niñez... Lo que tu abuelo me dio, lo que él me enseñó, los lugares y caminos que juntos anduvimos y adonde él me llevo...Nos espera a nosotros el mundo Agustín, y adonde estés estaré, descubriré tus gustos, tus pasiones y los complaceré...Trataré de darte lo más valioso de mí, mis más profundos sentimientos, te los recordaré en cada paso que des, en cada alegría, en cada dolor y lloraré junto a tu alma siempre, para que seas quien tú quieras ser...Serás así Agustín, serás mi Agustín... Te dejo en estas líneas hijo mi ilusión, mi anhelo y mi esperanza de darte todo, de darte mucho, de darte el fruto de mi fe, de mí voluntad y de mí trabajo...Es para ti lo poco y mucho que tengo... Y te saco para mi Agustín lo mucho que tienes, y es tu nombre y la felicidad eterna de llamarte hijo, hijo mío... Mi hijo...